jueves, 6 de junio de 2013

Capitulo 20


Me tiembla todo el cuerpo y no sé porque. Aquí está. 813. Introduzco la tarjeta en la cerradura y la puerta se abre.  Entro un poco a la habitación y me paro en seco. Los pasos que me seguían también se paran.  Camino un poco y echo un vistazo a la habitación. Un pequeño salón con paredes de color beige casi blanco, con un sofá marrón que le hace contraste y una tele colgada en la pared, una puerta de cristal mate está al lado del sofá. Camino un poco más y veo lo que queda de habitación.
-Wow -me giro y veo a mis primas detrás sonriendo.  Me acerco a ellas y les abrazo-. Idiotas que sois, ¡os habéis pasado! Aquí cabemos los cinco.
-No, no, no. Esta habitación es para ti y para tu chico. Nosotras tenemos otra -dice Megan. Me acerco a su oreja y entre risas digo:
-Gracias entonces.
-Mejor, os dejamos... Eh... Solos... 
Se van riendo y nos dejan solos a nosotros dos. Estoy nerviosa. Empiezo a investigar el cuarto, hasta que mi madre me llama al móvil. 
-¿Sí?
-Hola Alice, ¿qué tal? ¿Ya habéis llegado?
-Em... Sí, estamos en el hotel ya.
-¿Estás con tus primas?
-Bueno,... Eh... Sí... No, a ver, ahora estoy en la habitación de Alex. Pero ahora me iré a la mía.
-Muy bien, ¿sabes quién ha venido? ¡La tía Kathy, de París! Están también tus primos.
-Qué bien... Mama, eh...
-Te la paso, así hablas con ella -veo a Alex que saca una botella de la nevera y la mira-. ¡Alice, querida!  ¿Cómo que no estás aquí? Ah, sí, Las Vegas... Con tu chico...
-Eh... Sí, también estoy con mis primas. ¿Cuándo os vais de California?
-Estaremos hasta el domingo -Alex empieza a hacer caras raras ya que no entiende perfectamente el francés, yo me río- ¿Me escuchas?
-¿Qué? Sí.
-Pues eso, espero que te lo pases muy bien y a ver si nos vemos.
-Gracias, dale saludos a todos de mi parte, ahora me he de ir, adiós, os quiero.

Cuelgo, me tiro a la cama hacia arriba y cierro los ojos. Oigo el ruido de la cama y luego unas caricias por el cuello. 
-Que sexy cuando hablas en francés... -me río y abro los ojos. Le tengo encima y no me había dado cuenta- Solo he entendido adiós. 
-Principiante... -digo entre risas.  Le abrazo y rodamos hasta que yo quedo arriba- Traduce: Bonjour.
-Hola.
-Je t'aime.
-Eso ya no lo he entendido, es que tu eres francesa, pronuncias demasiado bien.
-¿Quiéres saber lo que es? -él asiente y yo le beso hasta que necesito respirar, me acerco a su oreja y le susurro- Te quiero -oigo como se rie y le doy besitos por el cuello.
Me siento en sus piernas y me hago un moño. Él me pone sus manos en mis muslos y los acaricia. 
-Eres un pervertido -digo intentando estar seria. 
-Perdone señorita, ¿dónde quieres que ponga las manos? -bromea levantando las manos. Se ríe y yo le cojo las manos.
-Aquí -las pongo en mi espalda-. Desátame la camiseta, pica, tengo calor y la estúpida cremallera cuesta de bajar y yo no puedo.
-Qué floja eres -dice sacando una media sonrisa y giñandome un ojo. Me doy la vuelta y la desata con facilidad-.  Lo que decía... Necesitas un hombre fuerte y guapo que te facilite la vida.
-Claro -digo con indiferencia. Me levanto y voy a dejar la camiseta en la maleta. Oigo pasos por detrás de mi.
-Enserio, ya sabes. Guapo, fuerte, simpático, que juegue a basket, moreno, con ojos azules, con...
-¿Vas a seguir describiéndote? 
-Pues...
-Cállate -le interrumpo ríendo. Le atraigo hacia mi y él me besa. Me estremezco al pensar que estamos solos. Se separa y me mira, yo niego con la cabeza. Me acerco a su oreja y le susurro- Solos... 
Se ríe y yo le quito la camiseta mientras él me besa.



Una luz hace que me despierte, y es ahí cuando recuerdo donde estoy. Sonrío y giro la cabeza para verle. Está dormido y me doy cuenta de que me tiene cogida por la cintura. Me giro y miro el móvil para ver que hora es y si tengo notificaciones. Son las 8:15, que pronto. Veo un Whatsapp del grupo que tengo con las chicas. Han hablado hace poco.
-Erica: ¡Alice! ¿Qué tal la primera noche?
-Tara: ¿Con quién duermes, eeeeeh?
-Emily: ¿Con quién va a dormir? Con Aleeeex. ¿Ha habido tema? ¿Que ha pasado, Alice?
-Erica: Guarra, contéstanos.
-Dios mío, ¿qué haceis dando guerra a estas horas? Qué tías más cotillas sois. 
-Tara: Ueueue, ¡estas viva! Responde a todas nuestras preguntas primero o no te hablaré más.
-Joder... A ver, la primera noche: Muy bien. Sí, duermo con él. Y lo otro... ¡No os importa!
-Emily: ¡Claro que importa! 
-Erica: Si no nos lo quieres contar será porque... ¡Han pasado cosas! ¡Guarra, cuéntanoslo! 
-Madre. Mía. < Solo os digo eso.  Ya hablaré con vosotras cuando vuelva y no os confiéis en que os contaré mucho... 
-Tara: ¡Dios míooooooo! 
-Emily: Te acosaremos hasta que nos lo digas... 
-Qué miedo... Venga adiós, que si sigo riéndome voy a despertarlo al pobre. 
-Erica: ¡Fotos! ¡Fotoooooos! 

Que idiotas son. Me río y hago una foto a lo que se ve de la habitación desde la cama, se ven un poco las sábanas y mis piernas, pero da igual. Cuando la envío, al momento veo mensajes de ellas que me dicen cosas "bonitas". Dejo el móvil y pienso en todo lo que pasó por la noche. De repente noto unas cosquillas que van desde el hombro hasta la cintura. Me giro y él está mirándome con esa sonrisa que me vuelve loca. 
-¿Cosquillas a primera hora de la mañana? No, por favor -digo intentando sonar sexy. 
-Buenos días a ti también -se burla él. Me acerco un poco y le beso- Sí, son buenos de verdad.
-Si no cuento a las pesadas de las chicas, son buenos -nos reímos y mi móvil empieza a sonar-. ¿Ves? Que les den. 
-Esa es mi chica. Seguramente los chicos están igual. Vaya amigos nos hemos buscado...
-Creo que somos los unicos más normales -reímos y el me coge y hace que quede encima suya-. Me das hambre, ¿lo sabías?
-Luego eres la normal... -se ríe y me besa. Me empieza a dar besitos por el cuello. 
-Me gustaría parar el timpo ahora, estaría bien. Sin que nadie nos molestase... -mi móvil suena y veo en la pantalla "Megan"- Excepto mis primas -descuelgo y le hablo un poco borde- ¿Qué quieres?
-Eh... ¿Estabas dormida? Lo siento... Seré breve: a las 9:30 delante el ascensor. 
-Ajá, 9:30 -Alex seguía dandome besos por el cuello, cosa que me desconcentra mucho y no sé que digo-. ¿Alguna cosa más para arruinarme este maravilloso momento?
- Perdón por molestarte mientras haces el amor con Alex.
-Capulla, adiós -le cuelgo y me giro-. Mi prima mal piensa, se cree que estamos haciendo guarradas. 
-Ya lo he oído, todo.
Nos reímos y seguimos tonteando y hablando en la cama. Hasta que me levanto y me voy a la ducha. No me creo que esté aquí. Me acabo duchando rápido, no quiero perder más tiempo. Cuando acabo, me enrollo una toalla al cuerpo. Voy a vestirme y me pongo unos shorts con una sudadera, una camiseta de manga corta abajo y mis maravillosas converse. Voy a peinarme y a limpiarme los dientes, cuando veo que a Alex se le ocurre lo mismo.
-Aqui no cabemos los dos -digo empujandole con la cadera hacia un lado fuera del espejo.
-Pues que se quede solo uno -y me empuja. 
-Muy bien -me siento en el mármol, al lado del lavabo y empiezo a lavarme los dientes. Le miro y veo su pelo negro despeinado y mojado, sus ojos azules, preciosos, su pecho con sus abdominales poco marcados,mojados también, y, oh, no me había dado cuenta de que llevaba una toalla atada a la cintura. Un cosquilleo me recorre por el cuerpo, me rio y me enjuago la boca. Aún sentada, me giro y me peino. Cuando menos se lo espera, le empujo y me apodero del espejo. Me acabo de peinar el pelo y me lo pongo hacia un lado.
-Dios mío, ¿qué me has hecho? -inspecciono el circulo rojo que tengo debajo de la oreja- Gracias por dejarme un chupetón.  
-Perdona, pero mira -me enseña su espalda y veo otro al debajo del cuello-. Estamos igual así que... No te quejes.
-¡Pero tu puedes decir que te han dado con una pelota o yo que sé! ¿Pero yo qué digo? 
-Pues... -dice, acercándose y cogiéndome por las caderas- Puedes decir que es una marca mía...
-Aja -le acerco a mi y le beso, hasta que alguien toca la puerta. Abro y Megan aparece detrás con su querida cámara. Hablamos un rato hasta que después bajamos a desayunar y a visitar ciudad.


Un día después. 

Al rato de cenar, subimos a nuestras respectivas habitaciones y nos vestimos para salir a una discoteca que hay una calle abajo del hotel. Me pongo unos pantalones negros con una camisa blanca sin mangas y opto por ponerme unos tacones no muy altos, blancos también. 

Todo va bastante bien por ahora. Hay bastante gente, eso sí. Y a mi me agobian los sitios con mucha gente, pero que se le va a hacer. Al llegar nos sentamos y pedimos algo para beber, hablamos sobre idioteces, nos reímos mucho, hasta que mis primas me sacan a bailar. Muero de vergüenza, menos mal que no me conoce nadie, creo. Al rato se nos unen los chicos y acabamos bailando entre un monton de gente. Alex va a por más bebida mientras nosotros nos vamos a un sitio a descansar un poco. 
Sigo mirando a Alex y una chica lo detiene a medio camino. Ella le abraza y él hace lo mismo sorprendido. Seguramente es una chica de por aquí que intenta ligárselo, no lo conseguirá. Hablan un rato, riéndose a medias. Ella no le quita los brazos de alrededor de su cuello y él no hace nada para quitarselos. Se le va acercando a él hasta que le besa. Yo no sé que hacer, aparte de seguir mirando, todo se me para. 
-No me creo que esto me vuelva a pasar -digo en susurros. Mis primas, sin saber que estoy diciendo miran hacia donde estoy mirando yo. 
Alex le pone las manos en los hombros y pienso que la está apartando, pero puede que la esté acercando a él. Se separan un momento y ella sonriendo le vuelve a besar. Él sigue sorprendido, pero no hace nada al respecto.
-Me voy -digo cogiéndo el bolso y levantándome.
-Alice... -dice Natasha cogiéndome de la muñeca- No te vayas.
-¡Todo se vuelve a repetir! ¿No te das cuenta?-me deshago de su mano y me voy hacia la puerta. He de pasar por el lado de esos dos. Mi hombro se choca con su brazo pero no le miro. Le he dado fuerte y él se separa y me ve la espalda. No reacciona.
-¡Alice! -me grita Nat, que me sigue- Muy bien, campeón- oigo que le dice a Alex cuando pasa por su lado-. ¡Alice espérame! 
Cuando salgo no hay nadie y las primeras lágrimas caen. Me apoyo en la pared y Nat sale unos segundos después. Me abraza y me dirige al hotel. Me lleva a su habitación y ella se queda conmigo. 


                                                       -Narra Alex-

Riendo, me consigo deshacer un poco de Alice, que me hace bailar. Que vergüenza, no sé ni moverme un poco. Matt, el novio de Natasha, propone que nos vayamos a sentar un poco, yo digo que voy a por las bebidas. 
-¿Alex? -pregunta una voz femenina. Me giro y la veo.
-Dios mío, ¡Nerea! -me abraza y yo a ella.
-¿Qué haces aquí? Se te echa de menos en Boston.
-Estoy de vacaciones. Pues la verdad es que yo no lo echo mucho de menos. En Los Angeles se está muy, muy bien -nos reímos un poco los dos. Es verdad, no lo echo de menos-. ¿Qué haces tu aquí?
-Hemos venido todos con los que saliamos antes -Todos. Oh, no.-. He sido la única en verte, no te preocupes.
-Bueno, eh... Voy a por bebida que me esperan. 
-Espera, Alex. Te he de decir una cosa que no te dije antes de irte -me pongo un poco nervioso. Se acerca a mi, se pone de puntillas y me besa. ¡No! ¿Qué hace? No le devuelvo el beso e intento quitarme, pero me tiene cogido por el cuello demasiado fuerte. Le pongo las manos en los hombros e intento quitarmela de encima, la empujo. Se separa y sonríe. Estoy a punto de decir algo pero me vuelve a besar. No puede ser. Alice me va a matar como me vea, joder. Puta Nerea. Sabía que estaba colada por mi desde hace tiempo pero, ¿por qué me lo ha de demostrar ahora?  
¡Ay! Algo me golpea muy fuerte en el brazo, supongo que algun borracho bailando. Me giro y veo ese  pelo dorado que tanto me gusta. Esa chica con camisa blanca y pantalones negros. No. No, no, no.
-¡Alice! -creo que grita Natasha. Sí, porque la veo pasar entre la gente. Yo me separo de Nerea y la empujo de mi- Muy bien, campeón -me dice cuando pasa a mi lado-. ¡Alice espérame!
-¡Alice! No, Natasha... -pero ya no me oye, ninguna de las dos. Me giro hacia Nerea que sigue sonríendo-. ¡¿Tu eres idiota?! ¿A ti que te pasa? Esa es mi chica, la de la camisa blanca que ha pasado. Gracias por joderme -cojo sus brazos y los quito de mi cuello, intento irme hacia la puerta pero ella me coge de la mano.
-¿Qué importa? Hay más chicas, ya tendrás a otra. O a mi...
-¡¿Cómo que qué importa?! Coño, Nerea. No hay más chicas, ella, joder, ella. ¿Sabes la diseñadora esa que tanto te gusta? Pues es su hija. Antes de que digas nada, no soy un interesado. Va a mi instituto y me enamoré joder. La quiero. Mucho -antes de que diga nada, me giro y están Megan y Matt detrás mía. Voy hacia fuera y ellos me siguen.
-Alex... La has cagado. ¿Por qué lo has hecho? -dice Megan.
-¿Yo? Pregúntaselo a la idiota esa, era mi amiga. Me cogió y  me saludó, hablamos un rato y ella me besó. No podía hacer nada, joder. Intenté quitarme pero me tenía cogido demasiado fuerte. 
-Eh, tío. Tranquilizate un poco. Respira -ahora es Matt quien habla. 
-¡No! Dios mío, he de hablar con ella. ¿Dónde está?
-¡Alex joder, tranquilo! Está con Nat. Debe estar fatal -se para a pensar un momento antes de que siga hablando-. Dime una cosa, enserio: ¿Lo hicisteis ayer, verdad? 
Noto que me ruborizo. ¿Para qué quiere saber eso?
-¿Para qué lo quieres saber? -ella me mira como diciendo "Contesta", lo suelto en un suspiro:- Sí y...
-Dios... -me interrumpe. Me dispongo a hablar pero ella sigue antes- Vale, no sé si te lo ha contado pero necesitas saberlo: A ella le paso algo muy parecido a esto, hace tiempo. Y ahora debe estar fatal. 
-¿Qué? -es lo único que consigo decir.
-Hace un año o más, ella salía con un chico. Le iba muy bien la cosa y tal. Pero un día él quería... Em... Ya sabes, hacerlo, pero ella se negó y se ve que él se cabreó. Al día siguiente se fueron de fiesta y se encontró a su chico, con otra. Él le dijo a Alice que solo la había estado utilizando, que no la había querido nunca y cosas que te puedes imaginar. Ahora ella, ha asociado esto con lo que le pasó aquel día. Así que te puedes imaginar como debe estar y como se debe sentir.
-No sabía nada... Dios mío... ¿Por qué no me lo ha contado nunca? -ella hace una mueca- Yo no le haría nunca eso. Le quiero mucho. ¡Arrg! Ahora entraría y le diría un par de cosas más a la tía esa.
-Mejor no, ya te has pasado antes -se ríe Matt. 
-¿Qué hago?
-Pues... -empieza Megan.


                                              -Narra Alice-

Hacía poco que se me había pasado el "ataque", ahora solo me caen alguna otra  lágrima, pero estoy más calmada. Todos los recuerdos de aquella asquerosa noche se mezclan con los de esta. ¿Otra vez? Creo que voy a renunciar al amor de una vez por todas. Nat y yo estamos calladas desde hace un rato, ella cotillea mi móvil y yo simplemente le doy vueltas al asunto. Cosa que no debería hacer.
 
-¿Y esta foto? -se ríe ella. Me la enseña y me rio un instante, luego vuelvo a estar igual. Es una foto de Alex sin camiseta, con un sujetador mío poniendo una pose.
-Estábamos haciendo el idiota por mi casa, lo encontró por encima de mi cama, que es donde me dejan la ropa limpia, y el muy idiota se puso a hacer el imbécil con el sujetador y ya ves.
-Vaya cuerpo, Dios... -"Pues deberías haberlo visto ayer... " pienso. Un escalofrío me recorre el cuerpo y me pongo roja. Ella se ríe y luego me mira con compasión-Vaaaale, dejamos de hablar de él. ¿Te hacen ganas unas compras la semana que viene?
-Te acompaño si quieres -digo encogiendome de hombros.
-Perfecto, día de chi...
-¡Estás aquí! -dice Megan, entrando y  abrazándome- ¿Cómo estás? -vuelvo a encoger los hombros, ella tuerce la boca- Te entiendo. 
-¿Está él en mi habitación? -ella asiente- Entonces voy a por mis cosas y vuelvo. 
Natasha me había dicho que me podía quedar con ellas si quería. Me da el móvil y voy hacia mi habitación. Cuando llego, me quito los tacones antes de tocar. Al quitarme el segundo tacón se abre la puerta y sale Matt, que me lanza una sonrísa un poco torcida. Entro y cierro la puerta detrás de mí.
Cuando entro no le veo en la habitación. Dejo caer mis tacones al suelo, al lado de mi maleta. Él saca la cabeza por la puerta del baño y a mi se me revuelve todo. 
No llores, Alice, no llores
Se acerca a mi y me abraza. Mi cabeza queda en el hombro, la apoyo y miro al suelo.
-Alice yo... -se le quiebra la voz y espera un poco para poder seguir- No he buscado el beso yo. Ha sido la imbécil esa. Era una amiga de Boston, no sé desde cuando me habrás visto, pero, la abracé y hablé con ella un poco antes del beso. Yo, intentaba quitarla, no podía, me había cogido demasiado fuerte al cuello. Te juro que si hubiera sabido que ese era su plan, no le hubiera saludado -espera un poco a si digo algo, pero yo me quedo callada. Si digo algo temo a que rompa a llorar otra vez-. Megan me ha contado lo de aquel tío. Alice, yo no sería capaz de hacerte algo así, y lo sabes. No soy como aquel. Yo no te diria ni haria nada de eso. ¡Qué cabrón! Pienso en eso y me da algo. Se me notaría demasiado si mintiera y lo sabes. ¿Me crees o no? -"Claro que te creo" pienso, me quedo callada un instante- Alice, por favor, no te quedes callada. 
-Si, si que te creo -digo con voz ronca. Me separo de su hombro y le miro mientras una lágrima me cae por la mejilla. Él me tiene cogido por la cintura-. Pero, ¿como sé yo lo que piensas? Podías haber pensado: Ya me he tirado a la hija de Lenny Lekker, reto conseguido, ahora a buscar otra chica que quiera este cuerpazo -digo intentando imitar su voz. Otra lágrima. Alex se ríe de mi monólogo.
-¿Enserio? ¿Eso crees? Porque lo que yo creo es que estas muy equivocada. ¿De verdad? -más risas. Yo sonrío un poquito-. También te equivocas en lo de cuerpazo. No lo tengo.
-Pues yo creo que sí -susurro muy bajo. No creo que lo haya oído. Quita una mano de mi cintura y me limpia las lágrimas. 
-Venga, no llores. Lo siento muchísimo. Perdóname.
-Si quieres que te perdone te habrás de esforzar más -se ríe y me da un beso en la mejilla.
-¿Perdón?
-Más -se me acerca y me da un breve beso en los labios. Cuando se separa le susurro:- Más. 
Me acerca más a él y me besa más tiempo. Yo niego con la cabeza. Pone una sonrisa pícara. Me da un beso y luego baja dandome besos por el cuello, hasta la clavícula.
-Esfuérzate más -susurro con una voz ronca. No sé si lo he dicho lo suficientemente fuerte para que me oiga, la verdad es que ya no sé si estoy hablando. 
Creo que sí me ha oído porque se ríe y noto su cálido aliento en mi cuello aún. Baja sus manos hasta el borde de mi camiseta y empieza a desabrochar los botones. Cuando acaba, mete las manos debajo de mi camiseta y me acaricia la espalda hasta llegar a mis caderas. Hago lo mismo con su camisa y luego pongo las manos en su cuello y le acerco a mi. Le beso y el se acerca a mi oreja para susurrarme:
-Ya sabes como me esfuerzo. ¿Aún no me perdonas? -llevo mis manos a sus pantalones y se los desabrocho. Después le miro y niego con la cabeza mordiéndome el labio. Quita las manos de mis caderas y me quita la camiseta del todo, después se quita la suya y me besa con deseo. Giramos y él me conduce hasta la cama. Me siento en el borde y él me besa y luego va bajando dándome besitos hasta que para debajo del ombligo. 
-Me lo estoy pensando aún... -me río. 
Él sabe que le he perdonado.